Ahora que está de moda todo lo
SIN, LIBRE, ZERO, ECO, BIO, NATURAL y toda palabra que nos haga pensar que están
cuidando de nuestro bienestar, es el momento de temer y desconfiar de todo
producto que las “luzcan” en sus etiquetas y sobre todo si están muy visibles y
aún peor, con muchos sellos que nos evoquen alguna garantía.
Leer los etiquetados y sus composiciones
esta pasando a ser una cuestión de supervivencia. No es muy difícil quedarse
estupefacto al darse cuenta de los ingredientes con los que quieren que
cuidemos nuestra piel.
Como ahora hay un eslogan de moda
que reza: “si no te lo puedes comer, no es bueno para tu piel”, pues mira que
sano debe de ser un gel de baño que hace mucha espuma y que huele a frutos del
bosque, papaya o kiwi o toda aquella fruta exótica que pegue bien en verano.
Así que vamos a hacer un repasito
de los “condimentos” más venenosos con los que aderezamos nuestra ducha
matutina y tras un atiborre de frutas de la pasión cada mañana, aderezado a lo
peor …o a lo mejor con un toque de té verde (ese antioxidante anticancerígeno,
quemador de grasas que me cuesta un mundo tragar porque es amarguísimo y encima
me han dicho que no lo endulce…brrrrr), pues eso.
Lo vierto generosamente en mi esponja sintética
y dejo que penetre bien por todos los poros de mi piel bien dilatados por la suerte
de agüita caliente que cae por todo mi ser.
Y ahí estamos tan felices,
cantando bajo la ducha (momento feliz) con el aroma a frutas invadiendo todos
nuestros sentidos, con el vapor de agua mezclado con nuestro gel favorito y
llenando toda la estancia con una grata fragancia que hace que aspiremos una gran
cantidad de aire llenando los pulmones de un estupendo vapor lleno de químicos,
eso si muy olorosos y agradables…pura aromaterapia.
Casi cualquier gel de baño que
elijamos es susceptible de cumplir con uno o más de los despropósitos tan bien
camuflados de placer, higiene y bienestar que nos venden.
Baste como muestra analizar
alguno de los más llamativos que me he encontrado en las estanterías repletas
de ofertas tentadoras que me las prometían veladoras de una piel sana y
cuidada.
Lo primero que me llama la atención
son los grandes rótulos con las palabras sugerentes y para más sofisticación en
inglés que además es el lenguaje de todos los artículos científicos que se
precien de serlo y de ser publicados para deleite de nuestro conocimiento, da
igual que lo entiendas o no, le da más seriedad y hace que lo creas todo...
¿pretenden que me duche con un pseudo gel de baño?.
Palabras como PURE, INNOVACIÓN,
SKINCARE, MICELAR, ¡SIN JABÓN! (ésta en castellano). Seguimos, ¡100 % NATURAL! y ya caí rendida loca de ganas por probarlo en
mi ducha matutina, imaginándome una piel limpia y resplandeciente….
Le doy la vuelta al bote esperanzada
y mi cara queda hecha un mohín a cada palabreja que leo a cuál de ellas más
sospechosa.
Paso a destacar los mas
peligrosos y que son además de los más habituales en nuestro baño, te animo a
que vayas a por tu gel favorito y los busques en la descripción de los
ingredientes.
1. SODIUM
LAURETH SULFATE
Se utiliza para generar la espuma
que nos da sensación de limpieza, (la espuma no es garante de limpieza, pero así
lo tenemos asociado).
Puede provocar reacciones alérgicas,
puede favorecer la caída del cabello. Irritante para la piel. En su elaboración
se genera un contaminante secundario posiblemente cancerígeno (1,4-dioxano).
Atrapa las partículas de los
metales pesados y les ayuda a penetrar en nuestro organismo.
2. COCAMIDOPROPYL
BETAINE
Se relaciona con dermatitis alérgica
de contacto e irritación en la piel.
3. POLUQUATERNIUM
Formado por un amonio cuaternario
y por acrilamida, es un compuesto “probable cancerígeno” por la Agencia
Internacional de Investigación del Cáncer.
Es bioacumulable en el cuerpo
humano.
A evitar en todos los cosméticos o
cualquier producto que contenga esta palabra.
4. PARFUM
(Fragance)
Se considera peligroso por ser bioacumulativo
y se sospecha que puedan producir trastornos en los sistemas reproductor y
endocrino.
Sobre la piel pueden producir
alergias, dolores de cabeza, mareos, tos, manchas oscuras en la piel, y pérdidas
de concentración.
Se añaden a perfumes, geles de
ducha, jabones, desodorantes, productos para bebés, champús, cremas de manos y
corporales, etc.
5. EDTA
Es un aditivo que se acumula en
el organismo uniéndose a metales pesados difíciles de degradar. A evitar.
6. METHYLPARABEN
Y PROPYLPARABEN
Están presentes en la mayoría de
productos habituales, es un conservante que ayuda a preservar la vida otros ingredientes
que componen el producto y alargan así la vida útil de éste. Es bactericida y
fungicida.
Provocan trastornos hormonales,
son disruptores hormonales, ya que dentro de nuestro organismo imitan el
comportamiento de los estrógenos y favorecen el crecimiento de tumores que se asocian
a las hormonas como es el caso del cáncer de mama.
Los parabenos se encuentran en más
del 90% de los productos que permanecen en la piel y en más del 70% de los que
se enjuagan.
7. METHYLCHLOROISOTHIAZOLINONE
Y METHYLISOTHIAZOLINE
En la UE esta prohibido en cosméticos
que se quedan en la piel y restringido a los que se enjuagan por su alto
potencial alergénico. En Rusia han iniciado una campaña para que se prohíba en
los cosméticos infantiles después de casos graves de alergia por su presencia
en toallitas de bebés.
En definitiva, de un producto que
se presentaba como garante de pureza y limpieza para el cuidado de la piel e
higiene de toda mi familia resulta que contiene al menos 9 productos que lejos
de cuidarme de la suciedad ambiental (como prometía) me mete la porquería directamente
en mi cuerpo a través de los poros de mi piel.
Ah! se me olvidaba....después de recorrer mi piel y entrar por todos mis poros hasta mi torrente sanguíneo también es probable que acabe comiéndomelo, o tal vez me coma el tuyo....las duchas son como ríos que van a parar al mar....
Ah! se me olvidaba....después de recorrer mi piel y entrar por todos mis poros hasta mi torrente sanguíneo también es probable que acabe comiéndomelo, o tal vez me coma el tuyo....las duchas son como ríos que van a parar al mar....
Parte de esta información ha sido
extraída de las normativas vigentes con las que se cuentan hasta la fecha y de
una aplicación que es de una grandísima ayuda para leer bien las etiquetas
(siempre que tengas conexión wifi dentro del supermercado), Ingred.