La trofología se basa en la compatibilidad de los alimentos en base
a su composición química y en las sustancias que se activan en nuestro sistema
digestivo en el proceso de digestión.
El término Trofología,
proviene del vocablo griego antiguo «trofos» que significa alimento, y «logía»
que puede traducirse por ciencia. De esta manera se llama a la forma de tratar
y recuperar el bienestar de la persona a través del alimento, siendo esta, una
más de las herramientas que el profesional de la Naturopatía puede elegir para
favorecer una mejora en el equilibrio natural del individuo.
Es muy común que el
profesional de la Naturopatía incluya en parte de las técnicas que utiliza, que
son muy extensas y variadas, alguna recomendación referente
a la alimentación o bien utilizarla como base de todo el plan personal de
higiene para ayudar a recuperar el equilibrio del organismo.
Recordemos que el Naturópata
es aquel profesional que teniendo amplios conocimientos sobre el cuerpo humano
y su funcionamiento, ayuda a armonizar holísticamente todo el organismo de la
persona, aprovechando los recursos que por su naturaleza, ya posee el cuerpo
para regenerarse, combatir y restablecer su propio equilibrio.
A través de técnicas
naturales que abarcan desde ESTÍMULOS
NATURALES FÍSICOS: Hidroterapia, geotécnica (arcillas, barros…), Talasoterapia
(algas, agua de mar...) heliohigiene (baños de sol), técnicas respiratorias...
ALIMENTACIÓN-TROFOLOGÍA: Planes nutricionales.
HERBOLOGÍA-FITOTERAPIA: Aplicación de
remedios herbáceos.
MANUAL: Reflexología,
quiromasaje, haptología...
SENSORIAL:
Estimulación de los sentidos con aromaterapia, musicoterapia, cromoterapia…
BIOENERGÉTICA: Uso de
los campos energéticos de la persona y de la naturaleza con Acupuntura,
Flosacología (Flores de Bach), Reiki, Homeopatía…
PSICOFÍSICA: Estimula
las funciones cerebrales: Yoga, Taichí, meditación, PNL...
Es por eso que con la
naturopatía aprendemos a gestionar nuestro propio bienestar y a tomar medidas
preventivas acorde con nuestras necesidades.
En definitiva es la ciencia
que se ocupa de crear condiciones que permitan al cuerpo sanarse así mismo,
hasta el punto en que esto sea posible y el cuerpo sea capaz de hacerlo.
Somos una unidad HOLISTICA.
La efectividad de la
trofología no reside únicamente en una buena práctica, llevándose a cabo como
un hábito diario de vida saludable con una perfecta combinación de los
alimentos si no también con una concienciación y aplicación de métodos que nos
ayuden a integrar este conocimiento y a la mejora de otras influencias que
puedan estar interfiriendo en nuestro bienestar.
Por eso no solo es
importante saber diseñar nuestros platos para aprovechar y beneficiarnos mejor
de los nutrientes que nos aportan los alimentos. Es importante empezar a ver
nuestra alimentación como un verdadero ritual en el que nosotros
mismos somos el principal artífice.
De esta manera
comprenderemos que realmente no “somos lo que comemos”, somos lo que nuestro organismo es capaz de asimilar, procesar y
eliminar con éxito.
Es después de la elaboración
y preparación de nuestro alimento que llegamos al gran momento de saborearlo,
de darle a nuestro paladar la satisfacción de comer, de aportar nutrientes y
sensaciones. Este es el momento de ser verdaderamente conscientes de que va a
empezar una serie de sucesos en cadena dentro de nuestro organismo. Un baile de
sustancias químicas (hormonas, neurotransmisores, enzimas…) desencadenadas por
nuestras sensaciones y por la composición del alimento, toda la maquinaria
trabajando a la perfección.
Baste nombrar como principio
lo interesante de la ensalivación del alimento mientras masticamos. Ahí
tendremos que comenzar a poner en práctica los primeros segundos de
“consciencia”. Masticar bien los alimentos y poner atención en ello, además de
hacernos apreciar los sabores y texturas va a favorecer que hagamos una mejor
digestión y que aportemos una serie de beneficios extra al funcionamiento de
nuestro organismo.
Este podría ser unos los factores
influyentes que afecten a la hora de llevar a cabo con éxito este hábito
saludable de combinar correctamente los alimentos, pues solo con una correcta conocimiento
de la combinatoria no es suficiente. “Bebe tu comida y come tu bebida”
Hipócrates.
Referente a los
beneficios que nos aporta nuestra propia saliva nos acordaremos al tomar
nuestros alimentos de los siguientes puntos:
• Las glándulas salivares segregan
PAROTINA. Es una hormona que interviene
en el proceso de la regeneración celular.
• Aumenta la CALCIFICACIÓN.
• REDUCE el colesterol sanguíneo.
• Favorece la reabsorción y FORMACIÓN
ÓSEA.
• Ayuda a CONTROLAR los niveles de
glucosa.
• Efecto PROTECTOR Y REGENERADOR del
páncreas.
• AUMENTA los leucocitos y plaquetas
sanguíneas.
• PROMUEVE el crecimiento y fortaleza de
la piel, cabello y uñas.
• Fue descubierta en Japón en 1944.
Es muy interesante para el
buen funcionamiento de nuestro organismo ir introduciendo paulatinamente
pequeñas reformas que nos ayuden a poner en práctica todos los conocimientos que
vamos obteniendo a cerca de nuestra correcta alimentación. “Donde hay voluntad
hay un camino”.
Autora: Raquel Suárez, Naturopata. Publicado en Revista de la Escuela Internacional de Naturopatia. Naturopatía para ti de Adela Carrasco.