Ya hace tiempo que terminaron las vacaciones. Atrás quedaron esos días soleados que nos hacían afrontar el día con entusiasmo y decisión. En los días estivales ninguna actividad extra se nos hace pesada pero cuando llegan las primeras lluvias y la vuelta a la rutina, encarar las obligaciones se nos hace un poco cuesta arriba.
Cambiar de estación ya lleva implicado un cambio de hábitos considerable, volver a la rutina, el trabajo, la casa, los niños, las tareas extra…no ha terminado la primera semana y todavía no nos podemos creer que las vacaciones hayan quedado tan lejos.
En definitiva, todo cambia para volver a lo mismo, pero nuestro cuerpo y nuestra mente no termina de asimilarlo.
Llega la temida astenia otoñal, con los cambios de luz, temperatura y la vuelta a los abrigos nos sumimos en un letargo que nos deja sin vitalidad. De repente la fatiga se va apoderando del día a día y por más que tratamos de evitarlo, ni siquiera descansar e intentar dormir un poco más parece suficiente.
Ante este panorama, que se antoja catastrófico, valoramos incorporar a nuestras rutinas algún que otro hábito que nos recomienden como, por ejemplo, introducir frutas y verduras de temporada a nuestra dieta, pero…en ocasiones no es suficiente.
Pero ocurre con los alimentos que adquirimos que a menudo, aunque sean de temporada, también sufren su propia astenia ya que el uso de ciertos fitosanitarios y la desvitalización de las tierras de cultivo, por su uso en grandes explotaciones, hace que sus productos no adquieran los minerales necesarios para que a nosotros nos nutra y nos aporte las energías que precisamos.
Uno de esos minerales estrella para ayudarnos en esta temporada es el magnesio. El magnesio es uno de los minerales más importantes para la nutrición humana. A pesar de ser uno de los minerales más abundantes que existe en la tierra y en el mar, nuestro organismo no dispone a veces de suficiente cantidad para llevar a cabo las más de 300 funciones en las que participa para el óptimo funcionamiento de nuestro cuerpo.
Por ello es muy conveniente aportarlo a través de la alimentación, siempre que consigamos que estos alimentos sean de la mejor calidad posible, cultivados en buenos suelos y tratados ecológicamente.
Entre ellos destacaría, por su alto contenido en magnesio, en primer lugar, el cacao que contiene más de 400 mg de este mineral por cada 100g. Pero no queda ahí, encontraremos un buen aporte extra en alimentos como nueces, almendras, avellanas, pistachos, jengibre, legumbres y…estamos de enhorabuena todas las hortalizas de hoja verde.
En consecuencia, vigilar nuestra alimentación en estos cambios de estación es algo primordial porque a partir de incluir esta serie de alimentos podemos comenzar a ayudar a nuestro estado de ánimo y vitalidad a mantenerse en perfectas condiciones.
Los efectos negativos que tiene la deficiencia de magnesio empiezan a hacerse patente en las personas que sufren una mala absorción de este mineral debido a diversas situaciones como podría ser el aumento en el consumo de alcohol, tomar muchos medicamentos, quemaduras severas puede entorpecer la absorción de este mineral a nivel intestinal.
Por ello nunca hay que olvidarse de hidratarse bien a diario, consumir suficiente cantidad de líquidos sobre todo en estos casos en los que el organismo precisa de más agua para poder, entre otras funciones, absorber el magnesio.
Una de las funciones que se podría destacar es el importante papel que juega en nuestro equilibrio nervioso, ya que está presente en las células que conforman este sistema.
Por supuesto reforzar nuestro sistema nervioso nos hace afrontar la cotidianidad con otra perspectiva, y aunque el magnesio juega una relevancia más que destacada, cuidar nuestros pensamientos, sentirnos felices y entrenar nuestra psique es algo que todos debemos aprender y poner en practica unos pocos minutos al día.
¿Por qué no unos minutos de respiración profunda? ¿Por qué no unos minutos para pensar en cosas y situaciones bonitas? ¿Por qué no unos minutos para ser amables con nosotros mismo? Desde luego vale la pena dedicárnoslo a nosotros y a que el maravilloso magnesio penetre en cada una de las células de nuestro cuerpo.
También es importante tener en cuenta que a medida que envejecemos la cantidad de magnesio que tenemos en nuestro cuerpo tiende a disminuir.
Importantísimo para nuestros músculos en los que la presencia de magnesio es necesaria para el funcionamiento metabólico y esta directamente implicado en la generación de energía. Nos ayuda a evitar así la aparición de calambres, dolores, debilidad, entre otras consecuencias negativas a raíz de su deficiencia.
Por lo que tomar un aporte extra de magnesio siempre viene bien a los deportistas, sobre todo cuando existen tensiones y lesiones a causa de un sobre entrenamiento o para aquellos que nos aventuramos a combinar deporte, trabajo, vida social y familiar a la vez (aquí si que nos asemejamos a los deportistas de élite…).
Hay que tener presente que existen ciertas circunstancias que contribuyen a la deficiencia de magnesio en el organismo y por los que es interesante tener en cuenta suplementarse con un buen aporte de magnesio. Sin duda optar por un suplemento bien diseñado para cumplir con este cometido es Magnesium Duo® http://www.boiron.es/complemento-alimenticio/magnesium-duo
La combinación perfecta, la encontramos junto a las vitaminas B que a su vez potenciaran que el organismo fabrique proteínas y los músculos funcionen correctamente ayudando a la liberación de energía.
Luego la incorporación de un buen suplemento como MagnesiumDuo® http://www.boiron.es/complemento-alimenticio/magnesium-duo va a ser ideal para ayudarnos durante esta temporada y evitar todas esas manifestaciones indeseables que nos produce su deficiencia como podría ser la fatiga, el insomnio o la somnolencia, la apatía, la debilidad muscular, calambres, problemas en el aprendizaje y la irritabilidad entre otros.
