El solo
hecho de tener que aprender a leer las etiquetas ya dice mucho de nuestra forma
de alimentarnos y es que los grandes abastecedores de productos alimenticios
tienen la obligación de informarnos con claridad de lo que nos venden y en
consecuencia de lo que contienen los productos envasados de los cuales nos
alimentamos… ¿o no?
En
definitiva, si queremos mantenernos saludables y jóvenes por más tiempo hay
algo que se nos olvida y es que la calidad de los
alimentos que ingerimos es tan importante como la cantidad y su combinación.
Desde luego
es primordial tener en cuenta aquellos alimentos desintoxicantes, antioxidantes
y favorecedores de cualquier estado saludable que queramos alcanzar y mejorar,
pero hay otros puntos clave que se nos pasan por alto y que no se mencionan
siendo inherentes a todas esas metas que nos propongamos.
Es básico
plantearse a qué le vamos a dar prioridad en nuestro plato, ¿qué queremos conseguir a través de la
alimentación?, ¿estar más jóvenes? ¿más saludables? ¿eliminar unos kilos?
¿Hacer desaparecer manchas, acné, verrugas de nuestra piel?
Empecemos la
casa por los cimientos y no por el tejado, porque los cimientos hablan de la
calidad de los alimentos, y por lo tanto de la calidad y del éxito del efecto
que quiero conseguir en mi salud.
Aunque hay
mucho que decir vamos a fijar unos conceptos importantes que no se deben
olvidar a la hora de elegir la procedencia de los alimentos que vamos a ingerir
y que vamos a ofrecer a nuestras familias.
ALIMENTOS FRESCOS A DIARIO
Es importante consumir alimentos frescos a
diario:
·
Nos aporta gran cantidad de enzimas, vitaminas, agua,
minerales….
·
Aportan más energía al cerebro porque ayudan
a la creación de neurotransmisores.
· Evitan alteraciones en el estado de ánimo al
evitar que se acumulen sustancias neurotóxicas en el cerebro.
·
Mejoran la memoria al aumentar la producción
de energía en las neuronas.
ALIMENTOS
NATURALES
¿Qué debemos
tener claro a acerca de los alimentos naturales en el momento de elegirlos?
1. Dar prioridad a los que se recolectan más cercanos a nuestro lugar de
residencia:
Los alimentos cultivados, criados y
recolectados cerca del entorno donde vivimos serán los más frescos y nos
aportarán los mejores nutrientes para nuestra salud y desarrollo.
De esta manera aprovechamos mejor los
nutrientes y se cumple una función adaptativa y de relación con el medio, ya
que de esta manera nuestro organismo se adapta mejor al medio en el que vive.
2.
Consumir alimentos de temporada.
La procedencia de los alimentos es importante
no solo para nosotros si no también para contribuir a reducir el efecto
invernadero y el exceso de uso de carburantes ya que se ahorra en el transporte
y se abaratan los costes.
Es nuestra contribución consciente al medio ambiente a través de la
alimentación consciente.
3.
evitar que los alimentos que consumimos sufran largos desplazamientos.
De esta manera evitamos aquellos alimentos
que más sufren refrigeraciones prolongadas o tratamientos químicos para su
conservación, evitando su maduración durante el trayecto. Todo ello para que
lleguen a nuestra mesa al menos con buen aspecto que no con calidad.
En conclusión, siempre va a ser más
beneficioso para la salud comer lo que nos da la huerta, la mar o la cría
natural.
Si no tenemos cerca éstos medios habremos de
procurar conseguir todo lo más natural posible de los lugares más cercanos a
nuestra casa.
ALIMENTOS PROCESADOS
Los alimentos procesados son los que han
sufrido alguna variación antes de consumirlos:
· Suelen tener gran cantidad de grasas,
azúcares y sodio. Conviene reducir su consumo y dar prioridad a los alimentos naturales.
· Suelen tener, además mucha cantidad de ingredientes artificiales,
químicos, aditivos alimentarios que provocan adicción.
· Los alimentos procesados pierden las cualidades naturales del alimento que son beneficiosos para nuestro organismo, como son las fibras dietéticas, líquidos,
minerales y vitaminas.
·
Los alimentos naturales tienen más potasio y
menos sodio.
· La gran cantidad de sodio que contienen los
alimentos procesados provocan importantes descompensaciones en nuestro organismo y
aumenta la tensión arterial, favorece la retención de líquidos.
·
También contienen azúcar y grasa en grandes
cantidades.
·
Más calorías y pocos nutrientes.
·
Alta cantidad de grasas trans.
En consecuencia, solemos comer más cantidad
porque pueden llegar a “engancharnos” debido a la gran cantidad de azúcar y
aditivos que provocan sensación de placer. Sensación que ayuda a crearnos
adicción.
En definitiva ningún árbol da pizzas con
sabor a ahumados aunque en la etiqueta diga que esta hecho a base productos
naturales y saludables.
Ser más curiosos y preguntar en nuestra
tienda habitual la procedencia de las frutas y verduras que compramos también
ayuda a concienciar a nuestros proveedores a cerca de nuestras preferencias y
de lo que estamos dispuestos a comprar en su tienda, nos daremos cuenta de que
a veces tampoco saben lo que nos venden ni de dónde procede.
Los cimientos de nuestra salud empiezan por
conocer muy bien la materia prima con la que los construimos y sin duda,
llegaremos a cumplir nuestros objetivos saludables con más éxito.
En definitiva, ¿Somos lo qué comemos? En mi opinión,
no. Somos lo que nuestro organismo es capaz de procesar y asimilar con éxito.
Es decir lo que contribuye a un buen estado de salud de nuestras células y por
ende del conjunto que forma nuestro cuerpo, mente y espíritu.
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