Hay un gran reto en la vida de cada persona y es el de
atreverse a vivirla plenamente estando atento a todas y cada una de las
circunstancias que se le presentan y si estamos atentos aprenderemos algo, sin
duda.
En la vida de un Naturópata no sólo tenemos ese reto personal llevamos añadido
los propios retos de nuestros consultantes, y sí, si andamos atentos también
aprenderemos de todos y cada uno de ellos. De sus circunstancias, de su manera
de encarar la vida y de sus propias historias personales.
¿A qué nos lleva este planteamiento? A seguir continuamente
aprendiendo, estudiando todas las materias que tengan relación con el bienestar
de la persona y que se conviertan en herramientas eficaces para ayudar al
consultante en cualquier etapa de su vida.
Ese afán nuestro de equilibrar, reordenar, regenerar y
promover un estado integral de bienestar
para las personas nos hace curiosos buscadores, estudiosos incansables de todas
las formas que nos pertenecen como seres humanos. Seres holísticos conectados
con todo y con todos.
Y es ese fan de desear ofrecer siempre lo mejor y lo más
efectivo lo que nos lleva a analizar
constantemente los problemas que se puedan presentar en nuestros gabinetes. A
ponerles solución a través del conocimiento, la práctica y el tesón de
profesionales incansables que piensan en otros seres humanos, en su bienestar,
en su equilibrio.
Si hablamos de retos que nos pueda presentar el consultante, hablemos entonces de interacciones.
¿Qué sucede cuando un usuario viene al gabinete con un
Síndrome metabólico y polimedicado?
Pero realmente, ¿a qué nos estamos enfrentando? ¿Cómo podemos
gestionar las necesidades de la persona sin ocasionar un problema mayor del que ya tiene?
Volvemos al origen del artículo y esta vez el reto lo vamos a
enfrentar juntos, como siempre hemos hecho estudio, estudio, estudio y
práctica.
El problema de las interacciones es cada vez más frecuente,
por un lado la gran cantidad de medicación que se consume hoy día y que va en aumento.
Por otro lado el interés de la población en consumir más frutas, verduras frescas y libres de tóxicos asociado muy frecuentemente al uso de plantas, bien por sabiduría popular o bien porque se busca una manera natural de apoyar aquella dolencia que se sufre o proceso particular que esté pasando en ese momento.
Por otro lado el interés de la población en consumir más frutas, verduras frescas y libres de tóxicos asociado muy frecuentemente al uso de plantas, bien por sabiduría popular o bien porque se busca una manera natural de apoyar aquella dolencia que se sufre o proceso particular que esté pasando en ese momento.
Hay que concienciar a las personas de que una sustancia sea
natural no quiere decir que sea inocua ni tampoco que sus efectos sean poco
predecibles.
El asunto, es que ya debemos tener muy presente a la hora de
elaborar la anamnesis del usuario ¿Qué medicamentos consume habitualmente y
cuánto tiempo lleva consumiéndolos? y esa es pregunta obligatoria casi desde
que entra por la puerta de nuestro gabinete o centro especializado.
En más de una ocasión, durante la elaboración de la
entrevista nos veremos obligados a cambiar el enfoque de actuación que vamos a
emplear con el usuario, ya que recordemos que no actuamos bajo protocolo aunque
sí bajo diagnóstico.
Y ante estas situaciones, la mejor manera de servir y
acompañar al usuario es mediante nuestro conocimiento.
Estudiar a cerca de las sustancias que pueda estar
consumiendo el consultante es primordial y es de obligado conocimiento saber
cuáles son las pautas de actuación que tiene un medicamento en el organismo,
desde que es ingerido hasta que es excretado y por supuesto ¿qué ocurre y por
qué cuando entran en juego otras sustancias? ¿Dónde ocurre y bajo qué
condiciones?
Es nuestro deber y compromiso ofrecer a las personas que acuden a nosotros lo mejor, lo más efectivo y eficaz
siendo una de nuestras premisas aquella expresión en latín: “primum non nocere” que diría Hipócrates
en los tiempos en que si era importante esta expresión.
Autora: Raquel Suárez Domínguez, publicado en
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