De
éste origen ancestral se da buena cuenta en los museos arqueológicos
ubicados en las islas, donde se muestran instrumentos de transformación qy
siembras rudimentarios.
Igualmente
se han hallado lugares y utensilios que evidencian su almacenamiento
y procesado pues para su obtención los aborígenes trituraban el
cereal en molinos de piedra de forma manual.
Así
pues, restos de cebada son encontrados tanto en diferentes
yacimientos arqueológicos como en autopsias realizadas a
momias aborígenes.
Además
de quedar constancia en abundantes notas de diversos autores,
conquistadores y pobladores ilustrados que pasaron y vivieron en las
islas después de la conquista y que plasmaron en sus crónicas y
poemas la importancia del gofio en la alimentación de la población
de las islas.
En
sus orígenes este alimento se preparaba a base de cebada, trigo,
chícharos, rizoma de helechos, etc...(todo grano que se pudiera
cultivar). Los tostaban y los molían en sus molinos de piedra
convirtiéndolos en una harina fina que luego mezclarían con leche,
caldos o simplemente con agua y sal.
Hay
que destacar que hoy en día los usos en novedosos platos y postres
realzan aún mas, si cabe, su gran sabor y valor nutricional.
Después
de la conquista de Canarias por los castellanos, la variedad en
la materia prima aumenta dando lugar a introducción de otro tipo de
cereales, así como la variedad en trigo. Posteriormente vendría
desde América el maíz, que los nativos llamarían millo.
Luego,
los canarios que más tarde poblarían América, también llevarían
este alimento y sus utensilios para la elaboración del gofio que se
haría conocido en tierras de Puerto Rico, Cuba, Nicaragua,
Argentina, Uruguay, Colombia, Venezuela y Estados Unidos.
Después
de este breve recuerdo histórico, es de gran interés reseñar su
valor nutricional.Es
un alimento de gran poder nutricional y un bajo contenido calórico,
lo cual hace que sea un ingrediente muy interesante a tener en cuenta
a la hora de diseñar una dieta saludable.
Precisamente
este dato lo hace tremendamente atractivo, ya que es muy fácil
beneficiarse de los nutrientes que contiene sin que nos preocupe en
demasía su aporte calórico que oscila alrededor de las 360 Kcal/
100g de producto con muy pocas diferencias de una variedad a otra o
mezcla.
Teniendo
en cuenta los diferentes tipos de gofio que existen actualmente:
trigo, millo, mezcla entre ambos, además de garbanzos, cebadas,
arroz, etc... hay que decir que las diferencias nutricionales son
pocas siendo en este caso importante, por ejemplo, la adición de sal
o el grado de tostado del cereal empleado.
Si
bien podemos contar con seguridad de su aporte en vitaminas
procedentes del grupo B (B1, B2 y B3) implicadas en el metabolismo
glucósido, en la síntesis de ácidos grasos y colesterol, lo que
supone una gran ayuda en el control de la hipercolesterolemia.
Contiene
aminoácidos como la Prolina y la Leucina, el primero que ayuda a la
producción de colágeno y en combinación con la vit B3 es más
efectiva frente al desgaste de colágeno en nuestras arterias
previniendo enfermedades como la arteriosclerosis. El segundo
aminoácido tiene muchas funciones en nuestro organismo, pero entre
ellas la de imitar a la insulina y ayudar al azúcar a entrar en
nuestras células. Muy beneficioso en pacientes postquirúrgicos ya
que ayuda a cicatrizar interviniendo en reparación y formación de
tejido muscular.
Ácidos
grasos poliinsaturados (AGP) que nos ayudan a controlar el colesterol
y a absorber las vitaminas liposolubles (A,D,E y K).
Encontramos
que su contenido en fibra soluble e insoluble hace que sea de gran
ayuda en las dietas de adelgazamiento y bienestar del tracto
alimenticio e intestinos.
El
aporte en hidratos de carbono (65%) nos proporciona una energía
adecuada a las funciones de nuestro organismo, ayudando a cubrir las
necesidades energéticas que requerimos tantos en las tareas
cotidianas como si necesitamos un aporte extra en situaciones de
estrés, o de trabajo físico e intelectual.
Por
lo tanto, los grandes beneficiados de este alimento se extiende a
toda la población, desde niños, ancianos, convalecientes,
adolescentes y adultos en etapas de gran desarrollo físico e
intelectual así como deportistas que quieren contar con un gran
alimento que se ajusta a necesidades de entreno diario.
Como
último apunte, hacer mención de un colectivo con dificultades para
digerir ciertas proteínas de los cereales como es el gluten y que
pueden beneficiarse de este alimento siempre que su procedencia sea
del millo y que su proceso de tostado y molturado haya sido
exclusivamente efectuado en molinos donde no existan trazas de otros
cereales, así como su almacenamiento y envasado.
También son satisfactorias las mezclas con garbanzo o arroz en éstos casos.
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